Las líneas de expresión son surcos que aparecen luego de realizar un movimiento repetitivo al gesticular durante un largo período de tiempo. Al realizar este movimiento constante con los músculos del rostro, la piel se marca formando una hendidura profunda, que incluso deja su huella aun dejando de gesticular. Cuando somos jóvenes primero aparece en forma de línea, pero con el pasar del tiempo se convierten en cicatrices profundas.
Las líneas de expresión más comunes se presentan en la frente cuando tendemos a fruncir mucho el ceño, en el entrecejo, ante la muestra de preocupaciones, las patas de gallo y lados de la boca al sonreír (llamados surcos nasogenianos). Por consiguiente, hábitos como fumar pueden hacer que se presenten líneas de expresión tempranas en el labio superior, como también una mala postura puede presentar arrugas en el cuello.
Por otro lado, las arrugas se producen como consecuencia del envejecimiento y flacidez de la piel. Con el pasar de los años, la regeneración natural de la piel se vuelve más lenta disminuyendo la formación de colágeno y elastina, perdiéndose así la firmeza de la piel.
Los lugares más frecuentes en donde aparecen las primeras arrugas son en los párpados, al no tener estructura ósea que los sostenga la gravedad les tiende a afectar más pronto que al resto del rostro. Las mejillas y laterales también son propensas a la aparición de arrugas al soportar el peso de todo el rostro, así como también en el cuello.
Los principales consejos para evitar o retardar la aparición de arrugas son las siguientes:
- Tener una rutina de belleza diaria con ingredientes naturales y nutritivos, ser muy constante!
- Protegerse del sol todo el año.
- Humectar la piel durante el día, sobretodo por la noche antes de dormir.
- También es importante una buena hidratación del rostro, y no olvidar la zona del cuello y escote. Se recomienda hidratar estas zonas no solo con las mismas cremas que usamos en el rostro, también añadir aceites faciales que son mayormente humectantes y concentrados.
- Llevar una vida sana con una alimentación adecuada, rica en antioxidantes. El consumo de miel, frutas, verduras para la oxigenación de la piel, así como también grasas insaturadas como aguacate, frutos secos, aceite de oliva, omega 3 en alimentos como en el pescado, ayuda a brindarle a la piel de lípidos esenciales para su elasticidad y firmeza.